- El crédito bien utilizado es una gran ayuda para la clase trabajadora costarricense
- Aprenda a decir no, usted no tiene por qué tener 10 tarjetas de crédito
- No se esconda enfrente sus deudas, es lo mejor salida financiera
Hola, decidí escribir este artículo en Arauze.com, ya que conozco a Russ desde hace varios años, nos conocimos cuando trabajábamos en el área de SEO en una empresa de turismo en Playa Jaco, allá por el 2009. En la actualidad no tengo ningún tipo de problema financiero, de hecho trabajo como consultor para una empresa llamada The Boston Consulting Group (BCG) en la cual tengo más de 6 años trabajando.
Mi vida profesional y financiera ha cambiado mucho, muchísimo desde el 2012, por aquel entonces estaba lidiando con muchas deudas derivadas de malas decisiones al utilizar créditos personales y tarjetas de crédito. Por aquel entonces tenía 19 años y hacía lo que la mayoría de jóvenes hacen… gastar dinero a lo loco. Evidentemente, todas estas malas decisiones se fueron acumulando, llegando a dar vida a un “monstruo financiero” el cual se comía mi salario cada quincena y aun así no quedaba satisfecho.
Mi primer empleo
No vengo de una familia bien acomodada, ni mucho menos adinerada. Crecí en Playa Jaco, desde muy joven mi madre me enviaba a vender pan casero, realmente no tuve una educación universitaria, a miles costes terminé la escuela. Eso sí, siempre fue una persona “espabilada”, a los 16 años ingresé a un curso de inglés de 3 meses, el cual pagaba con el dinero que ganaba de ayudar de vez en cuando a un contratista en temas de remodelaciones de condominios. En esos 3 meses de estudio, aprendí el idioma bastante bien, como dicen por allí, “no masticaba el inglés, pero sí me defendía bastante bien”.
Unos años más tarde (en 2009), mi madre me ayudó a ingresar en una empresa del sector turístico, ya que ella trabajó como mucama por mucho tiempo en esa empresa. En aquel entonces y por dicha, no me solicitaban títulos universitarios, simplemente que fuese mayor de edad y que hablara inglés bastante bien. Tengo que decir, que además de inglés, desde los 14 años, siempre fui muy curioso con el tema de la creación de sitios web.
Estuve trabajando como recepcionista en un complejo de condominios/hotel por alrededor de 3 meses. Un día, cuando iba al tercer piso a tomar mi almuerzo, conocí a un chico que trabajaba en el área de Marketing, ese chico era Russ Madrigal, por aquel entonces Russ tenía 18 años, ya que es un año menor que yo. Recuerdo que estuvimos platicando de la temporada alta y de la gran carga de trabajo que había debido a la gran cantidad de turistas que visitan la playa en diciembre y enero.
Russ me comento que él se dedicaba al tema de Marketing y en cierta parte a los canales de agencias, yo le comenté a Russ que a mí me gustaba mucho el tema de creación de webs y de hecho le mostré una web que había creado con FrontPage la cual había publicado en los ahora inexistentes, Geo Cites de Yahoo! desde ese momento tuvimos una buena amistas.
Un par de meses más tarde, Russ estaba trabajando en el área de SEO de la empresa, recuerdo que Russ estaba buscando una persona para trabajar en el equipo de SEO, por lo que bajó al área de recepción y habló conmigo. Ese mismo día, fuimos a hablar con el Marketing Manager, quien me dio la oportunidad de moverme de departamento, además la temporada alta ya estaba terminando, por lo que en recepción no se verían afectados por mi traslado de equipo, y además la temporada baja me daría tiempo de aprender más sobre Search Engine Optimization (SEO).
Mis primeras deudas
Si bien, en recepción ganaba propinas, no se comparaba con el salario que ganaba en el “team” de Marketing, además que no tenía que trabajar fines de semana, ni feriados. Mi salario pasó de $500/mes a $950/mes, evidentemente esto me permitió acceder a una mejor calidad de vida, por así decirlo… pude pagar un departamento mejor y sentirme más tranquilo en temas financieros, además por aquel entonces yo no estaba casado, ni tenía hijos, por lo que el dinero que era una “salariazo” para mí.
Hoy, con 35 años encima, soy una persona casera, de hecho, mis amigos dicen que soy “un ogro feliz”, ya que casi siempre paso de buen humo, aunque no me gusta salir mucho de casa, a excepción de las vacaciones, cuando salgo a disfrutar con mi esposa e hijos. Sin embargo, por allá del 2010, me encantaba salir de fiesta los fines de semana e inclusive entre semana, gastaba mucho dinero (o al menos lo que para mí era mucho dinero en aquel entonces) en discotecas, fiesta de playa, ropa y muchas otras cosas.
Un día me llamaron (del ahora inexistente en CR) Citibank, para ofrecerme una tarjeta de crédito por $800 dólares. Todos mis amigos tenían tarjeta de crédito, además adquirí la tarjeta con el pensamiento de “la tendré solo para emergencias“… si como no. El primer mes “quemé” la tarjeta, llegué al límite de crédito e inclusive utilicé un extra financiamiento de $75 dólares que tenía. En ese momento todo indicaba que yo no sería una persona adecuada para tener tarjeta de crédito, al menos no en ese momento de mi vida.
Ok, pague el saldo mínimo, ni me acuerdo cuanto era, pero recuerdo que era una cuota bastante baja. En ese entonces yo no miraba los estados de cuenta, no sé si era porque estaba joven y despreocupado o porque no quería ver mis deudas de frente y sin filtros.
Estaba pagando la tarjeta, pero no tenía mucho dinero para salir de fiesta. La sensación de “abundancia” que me dio mi primera tarjeta me acostumbró a comprar lo que quería sin ver el precio, pero como ya había gastado el 100% de mi tarjeta, tuve que volver a mi vida de “mortal” y depender de mi salario únicamente.
Un día, un amigo que trabajaba de guarda de seguridad en Maxi Bodega, me comentó que le habían dado un crédito en una empresa llamada Beto Le Presta. Por lo que le pedí el número de dicha empresa, llamé y me dieron un crédito personal por $1800 dólares. Bueno, este dinero no lo gasté solo en fiesta, compre muchas cosas que necesitaba para mi departamento, pero de igual manera en menos de 2 meses ya había gastado todo el préstamo.
Llegué a tener 4 préstamos y 7 tarjetas
En ese momento ya tenía que pagar el pago mínimo de la tarjeta de Citibank y la cuota de Beto le Presta. Recuerdo que, ya me empezaba a sentir un poco “apretado” pero aún me alcanzaba para continuar con mi vida de asalariado.
El año siguiente (2010/2011 creo) adquirí 3 tarjetas de crédito más, las cuales menciono de manera resumida a continuación.
- Tarjeta de crédito de $1100 dólares con el BAC.
- Tarjeta de crédito por $950 dólares con el BCR
- Tarjeta de crédito de 2100 dólares con HSBC (ahora Davivienda)
Luego en 2012 adquirir más tarjetas de crédito y préstamos personales, ya que muchos de esos préstamos eran para pagar las tarjetas de crédito.
- Tarjeta de crédito con Maxi Bodega, no me acuerdo el monto.
- Tarjeta de crédito por $1500 con Lafise
- Tarjeta de crédito por $100 con Improsa
- Crédito personal por $500 (extra financiado con Lafise)
- Crédito personal por $1000 con Instacredit
Estoy seguro de que me hicieron falta incluir deudas que en ese entonces tenía, pero la verdad es que eran tantas que es complicado acordarse de cada una. De hecho, para escribir este artículo, estuve alrededor de 2 horas viendo en mi correo todos los avisos de cobro, para así poder tener una mejor idea de como adquirí la tarjeta de la manera cronológica más efectiva posible.
Las deudas se salieron de control
Llegamos al año 2013, en este punto era insostenible el pago de mis deudas. Ni aunque me quedara sin comer, podía pagar las deudas. Evidentemente, las llamadas de los cobradores se fueron intensificando en número y en agresividad, pero lo peor es que empieza a llamar al trabajo, familiares y a hasta gente que ni conoces, evidentemente la intención de los cobradores es crear mucho estrés sobre el deudor para que pague lo más pronto posible, ellos no están interesados en un arreglo de pago al principio.
La peor experiencia sucedió cuando un día, mientras trabajaba en la oficina, llegó el cartero de Correos de Costa Rica, con una notificación de embargo salarial, fue un sentimiento de preocupación y vergüenza, porque para empeorar el asunto, las notificaciones de embargo, no es que te entregan una carta y listo. El cartero debe sacar toda la documentación, y hacer que firmes alrededor de 5 páginas, en la que te dan de aviso a un citatorio para asistir a un juzgado.
En Costa Rica, para los temas de embargo salarial existe la ley de “la fila” esto quiere decir que; si el BAC me embarga primero, los demás acreedores deben esperar a que yo pague mi deuda con el BAC antes de poder embargarme por la vía legal, claro esto no detendrá las llamadas abusivas por parte del departamento de recuperación de activos que cada entidad financiera tiene internamente.
No sé cómo hice esa vez, pero llegando a mi casa y una vez que ya había firmado los documentos de notificación para asistir a la audiencia, procedí a llamar a la entidad financiera para llegar a un arreglo de pago, el cual no sabía como iba a pagar, ya que no me estaba quedando nada de dinero por mes. Al final me dijeron que debía pagar $200 dólares mensuales para salar la deuda en 12 meses, es decir; debía pagar un total de $1.200 dólares.
Estuve pagando esos $200 dólares mensuales que me embargaran el salario; sin embargo, aún tenía que pensar en como iba a pagar las demás deudas que eran inclusive mayores que la actual. Luego de 12 meses logree pagar mi primera deuda y obviamente mi record crediticio estaba por el suelo, es decir; estaba manchado.
En ese entonces, a mediados de 2014 empecé a trabajar por mi cuenta, como “Free Lanacer”, lo hice porque quería intentar hacer algo propio, pero además (y quizás con mayor razón) porque ya estaba cansado de constantes notificaciones de cobro en mi trabajo y lidiar con los reclamos del gerente de contabilidad (el cual no le caía para nada bien), ya que para una empresa es muy complicado tener un empleado embargado o en proceso de embargo.
Un periodo de “tranquilidad”
Del 2014 a hasta 2015 tuve un periodo de “tranquilidad” al menos ya no tenía que estar lidiando con las notificaciones de cobro.
Yo sabía que lo mejor era afrontar las deudas, pero en ese momento estaba muy cansado y estresado de lidiar con llamadas muy groseras por parte de los cobradores, en mi trabajo yo respondía casi todas las llamadas, no porque me gustara sino porque no quería que los cobradores le mencionaran el tema de mi deuda a mis compañeros (si, ellos lo hacen así para meter presión).
Sin embargo, yo sabía que, en el momento que volviese a trabajar con patrono bajo el modo de planilla, el problema volvería. Ya que legalmente mis acreedores podrían continuar con el proceso de embargo.
En el 2016 me llamaron de una empresa de apuestas para trabajar como SEO, me ofrecían un excelente salario, es más, nunca me habían ofrecido un salario tan alto, además mis ingresos como Free Lancer no eran los mejores.
Por otra parte, ya había hablado con mi novia (actual esposa) sobre casarnos, la boda, la fiesta y todas esas cosas… sin embargo, no tenía dinero suficiente para ello, por lo que ese empleo era la “llave a todos mis problemas”. En 2016 acepte el empleo y empecé a trabajar para dicha empresa.
Para ese entonces, yo me había movido de Jaco a Alajuela, estuve viajando en bus poco más de un año, luego me dieron la oportunidad de trabajar 3 días desde casa.
Vulven las llamadas y cobros
Un día me llegó al correo de trabajo, el aviso de cobro. Nuevamente, volvía a vivir la experiencia pasa, los cobradores acosadores, los correo a la empresa, todo se volvía a repetir. Lo peor es que en ese momento ya estaba pagando todo para la boda, obviamente todo lo pagaba en efectivo, ya que no podía acceder a ningún crédito debido a que estaba “manchado” ante la Sugef.
Supe que, no podía escapar de este problema y que debía enfrentarlo, debía encontrar la manera de pagar todas mis deudas, ya que de lo contrario este iba a ser un problema que me afectará a nivel económico y para la construcción de mis sueños a futuro.
Me niegan la renta por estar manchado en la Sugef/Buro de crédito
No bastaba con el problema de los cobros, ahora quería moverme hacia la capital, ya que me iba a casar, además quería “cambiar de aires”. Me sucedió que, en uno de los departamentos que iba a rentar, me negaron la posibilidad, ya que estaba “manchado” ante la Sugef, ósea mi record crediticio era malo (lo cual no me sorprendió).
Lo que sí me sorprendió es que revisaran mi record crediticio. Por aquel entonces, no era algo común que revisaran el record crediticio para rentar una vivienda.
Inclusive hoy, lo que solicitan generalmente es la orden patronal, no es muy común que soliciten el record crediticio, aunque esto es algo muy común en otros países como México, por lo que no sería nada extraño que dentro de poco tiempo se convierta en un requisito general en todos los contratos de renta.
Por dicha, logré rentar en otro lugar (inclusive más bonito y aún mejor precio) en el cual estuve viviendo alrededor de 3 años.
Pagando deudas, recuperando mi moral
Las metas en la vida son diferentes para cada persona, en ese momento mi meta era pagar todas mis deudas, ya estaba cansado de no poder responder el teléfono con tranquilidad, estar pensando que podían contactar a mi trabajo o familiares, etc.
Durante el proceso de mi boda, logré adquirir un segundo empleo a modo de Free Lancer, en el que ganaba $2.500 dólares aproximados al mes. Por lo que empecé a destinar el 100% de ese dinero a pagar mis deudas.
Cuando realicé el último pago de mi deuda y obtuve la última carta de descargo que hacía constar que había pagado todos mis compromisos financieros que acarreaba desde el 2014, fue un momento de mucha felicidad, me sentí mejor moralmente e inclusive sentí mucho orgullo de haber logrado salir de ese agujero.
Aun continuaba manchado ante la Sugef pero al menos ya había cancelado todas mis deudas.
En 2019 terminé de pagar la última deuda, pero aún continuaba manchado y sin oportunidad de acceder a ningún tipo de producto financiero.
La mancha crediticia va más allá de una deuda
Ya había pagado mis deudas, estaba casado, tenía mi primer hijo, definitivamente era una persona más madura. Ya para ese entonces estaba trabajando con BCG, percibía y percibo un excelente salario, además tengo mis trabajos de Free Lancer los cuales me aportan alrededor de $4.000/mes.
Sin embargo, no podía acceder a ningún tipo de crédito, ya que continuaba manchado a nivel nacional en el sistema bancario. Y tampoco podía ir de vacaciones a muchos de los hoteles que me gustaban, ya que necesitaba presentar una tarjeta de crédito al check-in.
Sin embargo, tuve una buena noticia, ya que en 2019 se aprobó una ley para limpiar la mancha crediticia a quienes habían pagado sus obligaciones.
De hecho, yo no sabía de esta ley. Un día me llamaron de una entidad financiera para ofrecerme una tarjeta de crédito, me sorprendió mucho, ya que yo sabía que estaba manchado, fue allí donde el asesor financiero me explico sobre la ley que el gobierno había aprobado para la reactivación economía del país.
Así fue como logree tener otra vez una tarjeta de crédito, esta vez la utilice con mucha más responsabilidad. Pagando de manera puntual, lo cual me permitía hacer compras por adelantado, sin pagar intereses, ganar punto y lo más importante, volver a mejorar mi historial crediticio.
En 2021 logro mejorar mi historial crediticio al 100%
Luego de caso 2 años con mi nueva tarjeta de crédito, logré mejorar mi historial crediticio llegando a ser un cliente clase A+. Esto me permitió cambiar mi antigua tarjeta de crédito por una Mastercard Back, la cual me daba mayores puntos, monto de dinero y confiabilidad para otras entidades financieras.
Ese mismo año, logré comprar mi primer 4X4 de agencia, esta vez había creado un presupuesto de manera inteligente, de hecho decidí pagar un seguro por desempleo en caso de que llegara a necesitarlo, dicho seguro cubre el 100% de la cuota por 12 meses.
También en 2021 me mudé a un residencial rentando, en donde ya estoy planeando comprar mi condomino.
2023 un año con buenas decisiones financieras
Definitivamente, no soy la misma persona del 2014. Hoy en día he diversificado mis ingresos, no dependo únicamente de mi salario, tengo clientes y proyectos propios que me han logrado generar entre $4.000 y $5.000 dólares extra cada mes, además de mi salario.
Hoy en día, ahorro, invierto y trato de buscar nuevas oportunidades de negocio, entiendo que la vida es un sube-y-baja, no podemos quedarnos tranquilos pensando que todos era siempre igual, en nuestras manos está cambiar las cosas para mejorar nuestra salud financiera.
2024 enfocado en generar más negocio
Empezando este 2024 he logrado adjudicarme un contrato como Free Lancer para otra empresa, estos trabajos los puedo realizar fuera de mi jornada laboral y me generan ingresos que puedo emplear para prima/enganche de la compra de mi vivienda.
Hoy en día, tengo acceso mediante mi firma digital al CIC de la Sugef en donde cada mes reviso mi calificación crediticia, además estudio para mejorar mi conocimiento financiero y de esa manera administrar mejor mi capital.
Estoy muy agradecido con que me hayan permitido publicar mi historia en Arauze.com, espero no sea la última vez que nos vemos por aquí.
Atte. Su amigo Juan C.
Artículo publicado el 6 enero, 2024 por: Russ Madrigal
Actualizado el 30 marzo, 2024 por: Russ Madrigal